… los enemigos angelicales de Bayonetta, así como la atractiva bruja, hablan el idioma enochiano?
Quien, por obra y gracia de Hideki Kamiya, se haya puesto alguna vez en la piel de Bayonetta y combatido contra los malvados ángeles ha podido comprobar que estos alados seres empleaban un idioma desconocido que parecía tener su propia gramática y sintaxis. Incluso la todopoderosa bruja utilizaba dicha lengua cuando invocaba a los demonios infernales, al tiempo que a lo largo de los diferentes escenarios el jugador se iba encontrando con extraños signos a modo de letras sin significado aparente. Tal artificial lenguaje rodeado por una aureola de misterio es el Enochiano, también conocido como Lengua de los Ángeles, Lenguaje Angelical o Lengua Santa, y su alfabeto recibe el nombre de Adámico debido a que, según sus creadores, este era el idioma que utilizaba Adán antes de ser expulsado del Paraíso.
De la oscuridad obtengo mi fuerza
A Jean P. Kellams, ex empleado de Capcom e International Coordinator de PlatinumGames, le encargaron en el año 2007 la localización de Bayonetta, esto es, la traducción del juego del japonés al inglés. Bajo la supervisión de Kamiya, que le acompañó en todo el proceso creativo, JP fue poco a poco adaptando el título, intentando ajustar milimétricamente las expresiones utilizadas con el carácter de los personajes y las circunstancias vividas en el momento de su emisión. Uno de los mayores retos a los que se enfrentó fue el de dar forma a los sonidos que emitía la bruja cuando convocaba a los demonios para arremeter contra sus adversarios, pero tras realizar un arduo trabajo de investigación halló la solución al problema. Descubrió que uno de los grandes ilustrados del siglo XVI, el británico John Dee, y su inseparable compañero de fatigas, el médium Edward Kelly, habían recogido concienzudamente lo que, según ellos, era el idioma que los ángeles les habían revelado en los diferentes contactos que establecieron con ellos. Tras documentarse apropiadamente Kellams decidió emplear en el juego esta lengua, inventada en opinión de unos, real en la de otros, tanto para activar determinados ataques como para servir de vía de comunicación entre los ángeles.
Ejemplo del proceso seguido por JP Kellams
¿Pero qué es exactamente la lengua enochiana?. Veamos. John Dee (1527-1608), reputado hombre de ciencia asesor de la reina Isabel I de Inglaterra, se interesó en el ocaso de su vida por la filosofía hermética y la magia cristiana, dedicando sus últimos años al estudio de dichas disciplinas. Su sed de conocimiento era tal que para llegar a descubrir los secretos de la sabiduría arcana contrató los servicios de varios médiums, pero no obtuvo los frutos esperados. En el año 1582 conoció a Edward Talbot (1555-1597), alias Edward Kelly, un falsificador de documentos de propiedad que hacía gala de sus portentosas habilidades como ocultista, y rápidamente comenzó la colaboración entre ambos, transformándose con el paso del tiempo esta relación laboral en una sólida relación de amistad. Dee y Kelly lograron contactar con los ángeles, los cuales les enseñaron, entre otras cosas, el idioma enochiano, la lengua primigenia tan buscada por los filósofos renacentistas, así como el uso ritual de ésta. El primer encuentro con estas entidades se produjo el 8 de Marzo de 1583, cuando Kelly visualizó en la bola de cristal que empleaba en sus maratonianas sesiones espiritistas los veintiún caracteres del alfabeto críptico de tal idioma, y, días más tarde, comenzó a recibir el primer corpus de textos que conforman el Liber Loagaeth (Libro de los discursos de Dios), un libro que, de ser usado correctamente, supondría la introducción de una nueva era en la Tierra. Dicho conjunto de textos estaba formado por 49 oraciones sagradas, así como una serie de tablas y cuadros en las que se intercalaban letras, signos y números, pero ni ofrecía una traducción del enochiniano al inglés ni una explicación del significado y uso de tal simbología. Un año más tarde, estando el sabio isabelino y el investigador de dudosa reputación en Cracovia, se produjo la recepción de la segunda serie de textos, 48 versos bautizados por Dee con el nombre de “Claves Angélicas“. A estas claves, traducidas ahora sí al inglés, se le asignan determinadas funciones, suponiéndose que la combinación de ellas con los textos permitirá abrir 48 de las 49 puertas con las que se accede al conocimiento absoluto.
ee documentó todos estos encuentros, anotando escrupulosamente en sus diarios personales cada una de las revelaciones de los ángeles, saberes que habían permanecido ocultos durante siglos. Fue el anticuario Robert Cotton el que, tras fallecer John sumido en la más absoluta pobreza, reunió algunos de los manuscritos que había encontrado en su casa de Mortlake y se los entregó a Méric Casaubon. Este estudioso los publicó en el año 1659 bajo el título A True & Faithful Relation of What passed for many Yeers between Dr. John Dee (A Mathematician of Great Fame in Q. Eliz. and King James their Reignes) and some spirits, teniendo como intención desacreditar a Dee y destruir su reputación a través de un prólogo demoledor en que le acusaba, entre otras cosas, de haber practicado magia negra. Durante décadas este fue el texto más conocido sobre la lengua enochiana y las coversaciones que mantuvo el erudito con los ángeles, hasta que en la segunda mitad del siglo XIX Samuel Liddell “MacGregor” Mathers, cofundador de la fraternidad de magia ceremonial y ocultismo Orden Hermética del Alba Dorada, se interesó por estos escritos y se valió de ellos para crear un tipo poderoso de magia que es conocido con el nombre de Magia Enochiana. Mathers también fue el encargado de popularizar el nombre de enochiano (o enoquiano) para designar a este lenguaje, término jamás utilizado por Dee en sus diarios, puesto que se suponía que los ángeles que le transmitieron sus conocimientos eran los mismos que habían instruido al patriarca Enoc (Enoch en inglés).
De acuerdo con Dee, el enochiano era la lengua que utilizaba Dios para comunicarse con Adán y la que utilizó éste último para dar nombre a todos los seres vivos. Cuando el primer hombre entró en desgracia y fue expulado del Jardín del Edén perdió ese idioma, de manera que se vió obligado a crear una nueva lengua, una especie de proto-hebreo, y para ello usó reminiscencias del adámico, vagos recuerdos de tal lenguaje que permanecían vivos en su inconsciente. El proto-hebreo fue el idioma hablado por todos los habitantes de la Tierra hasta que, cegados por su ambición, comenzaron a construir una torre, la Torre de Babel, con la que pretendían alcanzar el cielo. Para castigar el orgullo ilimitado de los seres humanos y evitar el éxito de esta empresa Jehová hizo que los constructores comenzasen a hablar diferentes lenguas. Aturdidos, sumidos en la confusión, dejaron de edificar y empezaron a dispersarse, de manera que esos nuevos idiomas comenzaron a extenderse por todo el mundo.
No sólo Adán, Kelly y Dee conocieron esta lengua primigenia de origen divino, también el patriarca bíblico Enoc (o Henoc) logró descifrar el idioma de los seres espirituales y hablar con ellos. Hijo de Jared y descendiente de Set, Enoc fue un hombre justo y piadoso que tomó la palabra de Dios como guía de acción. Según el escritor judío Bar-Hebraus, “Henoc fue el primero que inventó los libros y las diversas formas de escritura. Los antiguos griegos declaran que Henoc es equivalente a Hermes Trimegisto, y enseñó a los hijos de los hombres el arte de construir ciudades y promulgó algunas leyes admirables”. De él se dice que agradó a Yaveh hasta tal punto que éste le mandó llamar, haciéndole desaparecer de entre los vivos sin obligarle a experimentar el horror de la muerte. Dentro de las esferas celestiales Enoc se convirtió en el Arcángel Metatrón, desempeñando la tarea de guardián del mundo y escriba de nuestros actos en el Libro de la Vida. Antes de su misteriosa desaparición escribió un libro apocalíptico en el que relata la caída de los ángeles, conocido popularmente como Libro de Enoc, que entregó a su hijo Matusalén, y éste a su vez se lo dió a su hijo Lamec, y Lamec a su hijo Noé, quien lo llevó consigo en el arca durante el Diluvio Universal. Durante más un milenio se perdió en occidente el rastro de esta obra apócrifa, conservándose únicamente pequeños fragmentos de la misma, hasta que en el siglo XVIII llegaron a Europa varias copias íntegras escritas en Ge’ez, lengua litúrgica de la Iglesia Ortodoxa Etíope. Dee llegó a afirmar que los ángeles le habían contado que existía una versión anterior del Liber Loagaeth, y ésta era, por supuesto, el Libro de Enoc.
Como acabas de comprobar, Bayonetta encierra más secretos de los que, a priori, pudiera parecer. Sin lugar a dudas es todo un acierto la inclusión del idioma echoniano en el juego, así como la incorporación en la galería de imágenes final de unos abecedarios que nos permiten transcribir las misteriosas frases que nos hemos ido encontrando. ¿Te animas a descifrar las invocaciones de la bruja?. Qall ovof vomsarg! (¡más enochiano!).
COMO SE DIERON CUENTA ESTE JUEGO TINENE MUCHO PARA SORPRENDERNOS .....
UN ABRAZO Y ESPERO LES GUSTE MI PRIMER APORTE
BAYONETTA